Esta es la época de los cítricos, llegan las mandarinas y las naranjas están en su mejor momento. Son fáciles de transportar, en la cartera, en la mochila de los chicos, etc. porque su cáscara las protege hasta el momento de consumirlas!
Las naranjas por ejemplo son ricas en vitamina C, pero no es su única virtud. También son una buena fuente de betacarotenos, que nos ayudan a tener una piel saludable y de ácido fólico, que es esencial para el transcurso de un embarazo sano y la buena formación del bebé en todas las etapas de su gestación dentro del vientre materno, pero más aún en el primer trimestre.
Posee minerales como el potasio, el magnesio, calcio y antioxidantes. Aportan una buena cantidad de fibra soluble, que se localiza sobre todo en la parte blanca y seca que hay entre la pulpa y la cáscara, lo que favorece el tránsito intestinal y nos ayuda a eliminar la flora microbiana patógena con gran eficacia.
Siempre es mejor comprarlas a un productor agroecológico, para asegurarnos que estén libres de pesticidas, agroquímicos y pinturas o barnices. Si las conservamos en la heladera, pueden llegar a durar hasta tres semanas, pero van a resultar mucho más jugosas si las dejamos y consumimos a temperatura ambiente.
